Les dejo opciones para seguir la tradición de vestir de rojo en Navidad

Primero es importante no olvidarse de tener en cuenta nuestro tono de piel, fundamental para elegir la prenda y accesorios que usaremos en prenda superior o cercano al rostro.

Recordemos que quienes tienen una piel con base: blanca rosada, o bien tirando levente a gris, con venas azuladas son del grupo a quienes los tonos fríos y platas les favorecen y hacen lucir radiantes.

Quienes tienen una piel con base dorada, durazno o amarilla son del grupo a quienes los tonos cálidos y dorados le suavizan las facciones aportan luz al rostro.

A las personas del grupo Frio les irán mejor los rojos fríos con mezcla de azules en su composición, con accesorios plata o cristal.

Y a las personas del grupo Cálido le irán mejor aquellos rojos que tiendan a naranja.

Las personas con poco contraste entre tono de piel, cabello y ojos deberán imitarlo al elegir tonos más similares en cuanto a suavidad buscando rojos más lavados ya sea en su versión fría o cálida.

Las personas con alto contraste entre tono de piel, cabello y ojos deberán replicarlo en la elección de tonos más intensos en versión fría o cálida dependiendo del resultado de comparar las características.

En cuanto a la forma (corte) de las prendas a utilizar, es fundamental elegir aquellas que nos favorecen, sacando foco de los puntos que nos gustan menos, si tenemos caderas grandes evitemos volumen en dicha zona, busquemos poner foco con accesorios y volúmenes o claridad en la parte superior del cuerpo.

Y a la inversa aquellas personas que tienen hombros pronunciados prefieran cortes simples sin volumen en esa zona, oscuridad antes que claridad y opten por estampas, volumen y claridad en la parte inferior del cuerpo.

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