Esposa, microempresaria y una gran profesional, estas son las cualidades que describen a Sonia McRorey, destacada asesora de Imagen Personal y Corporativa de nuestro país. Ella confeso a FOCO que su fórmula para alcanzar el éxito se basa en «hacer todo lo que ama». Actualmente dicta cursos de Asesoría de Imagen Profesional y realiza consultoría a importantes empresas a nivel local.
1. Cada día más ejecutivos y corporaciones recurren al expertise de un consultor para optimizar su imagen personal y/o corporativa ¿A qué se debe la aparición de este nuevo fenómeno que pone a los asesores de imagen en auge?
Se debe principalmente a la toma de conciencia de que tanto las personas, los productos y las empresas son constantemente percibidas por su público objetivo. Esto es imposible de evitar, entonces, la mejor opción es hacerse cargo y contratar alguien que ayude a manejar los estímulos enviados, de manera que la percepción este acorde a los objetivos, ya sean personales, profesionales o empresariales.
2. ¿De qué manera puede una persona cambiar su propio destino contratando a un asesor de imagen?
El asesor ayuda, enseña, guía, diseña métodos para que todos los estímulos enviados sean coherentes y ayuden a emitir un mensaje fuerte y claro. El cerebro rechaza lo incoherente, constantemente está en la búsqueda de la armonía. Una buena imagen debe estar basada en la esencia de la Persona, Empresa o Producto.
Muchas veces nos encontramos con empresas cuyas campañas publicitarias no respetan la esencia, la visión, la misión de compañía. Esto mismo con las personas.
3. ¿Cómo explotar la imagen personal del cliente y convertirla en una herramienta para el éxito?
Ayudándole a descubrir su esencia, haciéndole ver con herramientas y técnicas que enfocarse en la apariencia no hace a un cambio de imagen. Una vez pasada esta etapa, el asesor se centra en la comunicación no verbal de la apariencia, la vestimenta, la armonía natural de los colores que favorecen a la persona, siempre teniendo presente su profesión, su estilo de vida, sus distintos roles, de modo que su guardarropa este orientado a cumplir con las necesidades de cada persona.
4. ¿Cuáles son los desafíos que presenta esta profesión?
A menudo el trabajo del asesor de imagen se confunde con el de un estilista, con la Moda, Tendencias, el fashionismo o con etiqueta y protocolo.
En ocasiones, las empresas llaman sin tener algo en concreto, como buscando una receta que se aplique a todas las falencias.
Lo mismo sucede con algunas personas que una Asesoría de Imagen personal y piden un presupuesto cerrado de servicios, sin aceptar una cita en la que se pueda detectar cuales son los servicios más adecuados para cada caso.
5. ¿El asesor de imagen se convierte en una especie psicólogo al momento de trabajar con cada cliente?
Sí. Es algo así como un psicólogo, cuando realizamos una Asesoría y charlamos con la persona que precisa nuestro servicio, de forma personal o empresarial, debemos ser capaces de escuchar lo que dice y lo que no dice, logar que el cliente se abra, generar esa empatía que necesita el otro para contarnos que quiere trabajar.
A esto le sumamos el papel de cuasi coach donde motivamos a lograr esos objetivos acordados antes de iniciar la Asesoría.